Tilsa Tsuchiya - Lima (1936)
Breve Biografía
En el puerto de Supe, en 1936, nació esta pintora, de padres extremo-orientales. Su formación artística la cumplió en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú de donde egresó en 1959 con Medalla de Oro. Siendo todavía alumna ganó el Segundo Premio del "Salón Municipal" del año 1957 y participó en el envío peruano a la "Primera Bienal de la Juventud" convocada en París en 1958. Se distinguió pues, desde su inicio, por su singular personalidad con un estilo muy propio, que en esos años se presentaba con imágenes figurativas de cierto sabor sintetista: planas, delineadas con márgenes claros y precisos, dibujísticos, que encerraban áreas de color sin claro-oscuro, ni modelado volumétrico, cargadas de un simbolismo a veces dramático: pero siempre significativo, que adoptaba una aproximación a la visión surrealista del universo externo como proyección del suyo propio Interno. Este “yo personaI” proyectándose al "yo universo" accesible a "los otros" como imagen del "yo individual", es el que Tilsa a quien se le conoce por el nombre más que por el difícilmente pronunciable apellido- ha expuesto como maduración de su filomorfia personal y su voluntad de comunicación, después de una estadía de un buen número de años en París, adonde viajó en los primeros años de la década del 60, permaneciendo allá hasta " 1975, en que radica nuevamente en Lima. Se trata pues de una creadora de formas muy singular entre cuyos méritos cabría señalar el que habiendo vivido en la vorágine de los "ismos" parisinos percibiendo las mutaciones, los antagonismos sucesivos y las negaciones de unos suplantando a los otros; y otros a éstos, todos ellos tratando de anularse y pretendiendo ser "la voz última y definitiva de la verdad", tuvo la sorprendente personalidad, siendo, como toda joven, naturalmente permeable a las peregrinas novedades, mantenerse fiel a su propia visión: preservarla, depurarla y orientarla dentro de la voluntaria dirección de su espíritu. Esto denuncia personalidad, temple, vigor, que no es de ninguna manera físico, sino mental y temperamental. Así es también su pintura: delicada, tenue, asociada con imágenes de sueño y hasta de pesadilla, con alguna cargazón de erotismo contenido y simbólico; expresado en una temática misteriosa ya la vez clara, alusiva, casi hasta peligrosamente literaria; pero detenida justo en el límite de lo permisible. Su colorido, extremadamente bello y refinado, así como sus formas mismas, nos traen al recuerdo las delicadezas de alusión y elusión del arte chino-japonés, cuyo ancestro corre por sus venas. Si fuera imperioso calificar la obra de Tilsa con una sola palabra ésta sería: calidad.
Obras:
Tristán e Isolda
El pájaro
El mito del pájaro y las piedras
Aro Negro
El Cuadro
kari
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